El placer del voluntariado
Durante mi año de servicio voluntario en Costa Rica, tenía la experiencia como el trabajo voluntario puede ser tan enriquecedor. Ayudar a otras personas, hacerles felices y ver las sonrisas en sus caras son momentos inolvidables, que nunca se podían comprar. El tipo de felicidad que sentía después de estos momentos ha sido muy especial, porque no fue la felicidad típica que se experiencia en la vida cotidiana.
Podría sonar muy superficial, entonces voy a contar una de estas historias. En noviembre de 2010, lluvias fuertes causaron derrumbes e inundaciones, así hubo daños graves en algunos partes del país. Mucha gente perdió su casa, sufrió daños severos a estas o tuvo que ser retirada temporalmente de las zonas peligrosas. Por eso vivían en albergues de emergencia que estaban en gimnasios, escuelas o salas de iglesias. La Cruz Roja Costarricense estaba bien preparada para estos desastres, las víctimas podían ser suministradas con sus necesidades básicas como comida, agua, cobijas y colchones de una manera bastante rápida y eficiente.
Lógicamente, una vez que la supervivencia está asegurada, después de unos días el problema principal en estos lugares es el aburrimiento.
Por eso, en cooperación con UNICEF, la Cruz Roja Juventud tiene el programa "Retorno de la Alegría". Como miembro de la Cruz Roja Juventud, acompañé un equipo que fue a estos albergues en las comunidades de Quebrada, Jacó y Parrita, todas en la provincia de Puntarenas.
Entrar en los edificios se podía sentir el aburrimiento y el mal humor, así como el escepticismo hacia nosotros. Se realizaron presentaciones con títeres, juegos, dimos material de dibujo, hicimos globoflexia y cantamos canciones. Dos horas después de entrar, se había cambiado completamente la atmósfera, la gente se reía, estaba hablando y disfrutando del entretenimiento que habíamos dado. Cuando nos fuimos, los niños no querían dejarnos ir.
Al salir, podía ver el impacto de lo que habíamos logrado. Y eso fue definitivamente uno de mis apogeos personales desde mi llegada.
